Es difícil saber, si el sol hoy brillará

Intro

A todos aquellos que sienten una necesidad impulsiva de interpretar todo aquello que captan a través de sus sentidos, quiero avisarles que este post no es más que un desahogo estético mientras escucho arias antiguas y canto a todo pulmón.

De vez en cuando suceden posts como estos, así como de vez en cuando una hoja cae de un árbol, quizá el arbol extrañe a la hoja, pero la hormiga la desea con ahínco.


Un día el sol cayó mientras era de día, pero cayó hacia allá, a lo lejos, cayó en la profundidad de las nubes.


Porque quiero verte digitalmente, y que digas algo hermoso, porque ella se llama música y podemos compartirla, porque entremos en guerra y dure 10 años. Brindemos por ella.


Deseo desear cuando el deseo desea más deseo, es el principio a través del cual el arte existe, es la necesidad de ponerle un nombre a todo aquello que conocemos, es la importancia de vivir en este mundo mientras el mundo vive a través de nosotros, es la chispa que arde cuando debemos olvidar, es un piano que canta sin pudor mientras un canto baila, es aquello que necesitamos porque sí, porque sí deseamos, porque desear es humano y no siempre se debe pensar.


Porque el odio en tus palabras es precioso, porque el amor en tus ojos es odio, porque en tus agitaciones muere el aire, porque en tu pudor se esconde el desenfreno, porque no puedo cerrar los ojos y dejar de mirarte, porque no necesito verte para comprender que estás, porque quiero querer, así como un día amé amar. Este brillo fulgurante en medio de la sala necesita brillar aún más lejos, aún más lejos de lo que el sol puede ir cuando penetra las nubes.

Y así el cielo se orgasma.

Y así las moscas se agitan.

Y así una mariposa danzará el día de nuestras muertes mientras, posada sobre la flor, el insecto se devorará a si mismo, para poder engendrar.

¿Y engendrar qué?

¿Y desahogar qué?

¿Dónde está encerrada tu alma?

¿Dónde está el retrato que te pinté?

¿Dónde está la ausencia que vendrá por mi corazón?


El ángel que todo lo anuncia ha vencido a los ejércitos. Es obvio, estaban comandados por aquella estúpida princesa, aquella, la que oculta sus desgracias bajo túnicas negras, negras túnicas que le queman la piel, porque no es capaz de portarlas sin hacerse daño.

Agonía...