Strato vuelve de las cenizas...

Y bueno señores, señoras, señoritas, criaturas, sátiros, duendes, elfos, gnomos, taurens y demás...

He vuelto.

...

Sí, sí, yo sé, yo sé, todo fue tan repentino, primero un día, luego dos, luego tres... Hasta cuatro meses de ausencia. Pero todos necesitamos un descansito, ¿o no?

En fin, luego de una larga y determinante serie de eventos en mi vida, creo que estoy listo para hacer un regreso (creo que más sigiloso que triunfal) a la blogósfera, a visitar a viejos compañeros de andanzas por estos rumbos, mis queridos y queridas a quienes he dejado abandonados desde hace tanto, con una férrea promesa, de aquellas que a uno le devuelven la esperanza en año nuevo. La promesa de ser más constante con este bonito, colorido y luminoso lugar.

Realmente considero volver a bloggear como el fin de un círculo, todos recordarán cual fue el afán inicial de bilis cuando éste nació, y como tal, recordarán también una serie de importantes sucesos que se dieron de tal manera que éste fuese mi pequeño y universal desfogue de aquellas espinitas que me atravesaban el alma sin cesar, ahora, siento que más que defogar, puedo compartir con todos y todas aquello que cae sobre mis espaldas (y muchas veces que surge hacia mi quijada también).

Les agradezco a todos y todas quienes no me han olvidado, y espero que aquellos que lo hagan, me puedan recordar cuando ese iconito naranja les diga que algo nuevo ha sucedido por aquí. Espero también que puedan venir de visita cuantas veces deseen, ya saben, éste es un espacio tanto suyo como mío, y siempre lo ha sido, por lo visto, también siempre lo será.

Gracias por todo, y espero poder saber pronto de ustedes, un abrazo de tamaño de AZEROTH.